El mito es una narración sagrada, situada fuera del tiempo histórico, en donde intervienen fuerzas naturales representadas por deidades. Sus protagonistas son dioses o seres sobrenaturales.
Los mitos son relatos que han sido creados en todos los pueblos desde tiempos inmemorables, por eso es que tienen una simbología muy profunda para una cultura.
Los mitos son relatos que han sido creados en todos los pueblos desde tiempos inmemorables, por eso es que tienen una simbología muy profunda para una cultura.
Clasificación de los mitos
Mitos Teogónicos: Relatan el origen y la historia de los dioses. A veces, en las sociedades de
tipo arcaico, los dioses no son preexistentes al ser humano. Por el contrario,
frecuentemente los humanos pueden transformarse en cosas, en animales y en
dioses. Los dioses no siempre son tratados con respeto: están muy cercanos a
los humanos y pueden ser héroes o víctimas de aventuras parecidas a las de los
seres humanos.
Mitos cosmogónicos:
Intentan explicar la creación del mundo. Son los más universalmente extendidos
y de los que existe mayor cantidad. A menudo, la tierra, se considera como
originada de un océano primigenio. A veces, una raza de gigantes, como los
titanes, desempeña una función determinante en esta creación; en este caso
tales gigantes, que son semidioses, constituyen la primera población de la
tierra. Por su parte, el ser humano puede ser creado a partir de cualquier
materia, guijarro o puñado de tierra, a partir de un animal, de una planta o de
un árbol. Los dioses le enseñan a vivir sobre la tierra.
Mitos etiológicos:
Explican el origen de los seres y de las cosas; intentan dar una explicación a
las peculiaridades del presente. No constituyen forzosamente un conjunto
coherente y a veces toman la apariencia de fábulas.
Mitos escatológicos: Son
los que intentan explicar el futuro, el fin del mundo; actualmente, en nuestras
sociedades aún tienen amplia audiencia. Estos mitos comprenden dos clases
principales: los del fin del mundo por el agua, o por el fuego. A menudo tienen
un origen astrológico. La inminencia del fin se anuncia por una mayor
frecuencia de eclipses, terremotos, y toda clase de catástrofes naturales
inexplicables, y que aterrorizan a los humanos.
Fuente: María Fernanda Cacho Ortega, Literatura I, Secretaría de Educación Pública, 2014
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